La colina santa. Un nombre cuanto menos evocador, ¿no? Con un nombre así, lo que te vas a encontrar en la colina parece digno de ser visto… En efecto lo es, de hecho hay que estar preparados para soltar unos cuantos “ohh”.
La primera imagen de la colina santa, Svatý Kopeček
En mi caso el primer “ohh” llegó muy rápido, al poco de salir de Olomouc. Y es que la colina santa, Svatý Kopeček en checo, se encuentra a sólo 8 km del centro de la ciudad. Al poco de cruzar el puente sobre el río Morava, la colina va a apareciendo en el horizonte. Y si es otoño y está “pintada de amarillo” el “ohh” está asegurado. Una pena que fuera en autobús y no pudiera hacerle foto, no tengo pruebas pero os aseguro que es una maravilla.
La Basílica Menor de la Visitación de la Virgen María
La colina es “santa” por algo: fue el lugar de una aparición de la Virgen, de ahí la construcción de una capilla a principios del siglo XVII. La aparición fue en sueños a Jan Andrysek, un fabricante de vino, que había prometido que cuando se hiciera rico construiría una iglesia dedicada a la Virgen, aunque se le había olvidado hasta que quedó atrapado en la colina por una tormenta de nieve y la Virgen se le apareció en sueños. Ya no tenía más remedio que construirla, y así fue, con la “bendición”, nunca mejor dicho, del obispo de Olomouc y de los monjes mostenses, dueños del terreno.
La capilla fue quemada por soldados suecos en la Guerra de los Treinta Años, pero después del conflicto se volvió a levantar. A principios del siglo XVIII se construyó la iglesia barroca actual, en cuya obra participaron artistas italianos, vieneses y locales. Todo esto nos contaba el cura en checo mientras nuestro guía nos lo traducía….
El segundo “ohh” me esperaba al admirar su fachada blanca y amarilla: mide, junto con las alas laterales, unos 100 metros. Nada mal, ¿no? Además, está coronada por catorce enormes estatuas de piedra que representan, por si os despierta la curiosidad, a los doce apóstoles y San Sebastián y San Roque: los santos protectores contra la peste, una enfermedad que golpeó duramente la zona en más de una ocasión –como recuerda también la Columna de la Santísima Trinidad de Olomouc–.
Pero es en el interior donde llegarían la mayoría de “ohh”. La decoración de estuco, frescos, esculturas… el horror vacui hecho iglesia.
Los estucos de estilo barroco temprano, de artistas italianos, y los frescos, sobre todo los de la cúpula y los de la bóveda del presbiterio, son particularmente de “ohh”. Hay que dedicarle un tiempo para buscar en las paredes la personificación de los cuatro continentes –Oceanía todavía no estaba descubierta–, la historia y las leyendas sobre el inicio de las peregrinaciones hasta este lugar y la fundación de la iglesia…
Desde el interior de la iglesia se accede al claustro en el que pasaban su tiempo los monjes mostenses –este terreno era su residencia de verano–, aunque es bastante menos “ohh” que el resto del edificio. Por supuesto, en la visita hay que presentarle respetos a la Virgen en su capilla.
La cúpula de la Basílica Menor de la Visitación de la Virgen María
Pero todavía no ha acabado. Probablemente el “ohh” llegó cuando subí a la cúpula para admirar la magnificencia de la iglesia desde arriba y me sentí como Pitufina, además de admirar los frescos desde cerca. Y si, después, el cura que te ha dado una vuelta por la iglesia se pone a tocar el órgano como pasó en mi caso, ya no te quedará ni aliento para el último “ohh”.
Nos comentaron que de vez en cuando hay conciertos de órgano en la iglesia, seguro que merece la pena ir a escucharlos.
Peregrinos y “domingueros” en la colina santa
Desde el siglo XVII, la colina santa es lugar de peregrinaje, por ello el Papa Juan Pablo II, cuando la visitó en 1995, la convirtió en Basílica Menor. Las fechas “grandes” de la peregrinación son el 31 de mayo, fiesta de la Visitación de la Virgen María, y el domingo después del 15 de agosto, día de la Asunción.
Pero, además, de eso, también es meta de los “domingueros” de Olomouc, como demuestran las casetas que las rodean. Un parque enorme, un zoo, senderos para trekking y BTTs… ¡Que no falte de nada!
Cómo llegar y visitar la colina santa desde Olomouc
Lo mejor para visitar la zona es alquilar un coche, para poder pararse cuando se quiera y hacer fotos al paisaje –que es muy de “ohh” y yo no pude hacerlo desde el bus– pero también se puede llegar desde Olomouc con el autobús nº11. Hay que parar en “Svatý Kopecek, bazilika”, aunque no tendréis problemas en reconocerla.
Más información en la página oficial de Turismo de Olomouc.