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Alrededores de La Paz: Tiahuanaco y el Valle de la Luna

Viajar a La Paz significa visitar y vivir más de cinco experiencias en la ciudad. En nuestro viaje por Sudamérica habíamos conocido muchas culturas antiguas que fueron evolucionando con los siglos hasta llegar a su encuentro con los Incas y posteriormente con los conquistadores. Pero fue en Bolivia donde encontramos, primero, el origen de la leyenda Inca de Manco Cápac y Mama Ocllo que surgieron de manos de Viracocha de la roca sagrada de la Isla del Sol, y después lo que muchos consideran sus orígenes: la cultura Tiahuanaco. Y descubrimos que, además del Vale da Lua de la Chapada dos Veadeiros había más Valles de la Luna en Sudamérica.

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La cultura Tiahuanaco

Una de las culturas más longevas que se desarrollaron en Sudamérica fue la Tiahuanaco –del año 1500 a.C. hasta el 900 d.C.–. Al igual que pasó con los mochicas en Perú, también se vieron afectados por los periodos de Niño y de Niña –intensas lluvias y grandes sequías respectivamente–. Tanto es así que su capital, Tiahuanaco –con 115.000 habitantes, según algunos investigadores–, quedó cubierta por la arena arrastrada por los torrentes debidos al Niño alrededor del año 1100. Fue en ese momento cuando pasaron a conocerse como reinos o señoríos aimaras que encontramos en Puno, a orillas del lago Titicaca. Y, también según algunos autores, fueron los Tiahuanaco lo que, emigrando hacia el norte de su capital, dieron lugar a la leyenda de la Isla del Sol y posteriormente a la cultura Inca –que no sería más que un cambio de nombre… opiniones para todos los gustos, después de aprender que la cultura Inca comenzó en la actual Bolivia descubrimos que, para algunos, ni siquiera existe más allá de los textos de Garcilaso de la Vega y que seguían siendo Tiahuanacos–.

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La ciudad de Tiahuanaco

La capital de la cultura Tiahuanaco fue la primera construcción en piedra de Sudamérica –ya habíamos visto muchas de adobe en Perú–. Pero poco queda en pie ahora mismo, un cuarto del antiguo centro ceremonial es lo que sobrevive, y eso gracias a que durante siglos estuvo cubierta con la arena y el barro que arrastraron las aguas del lago Titicaca y de los torrentes de las cordilleras. El problema, como en muchas otras partes de Sudamérica, fue que no estuvo protegido hasta 1965, y durante años sus piedras se usaron para construir casas, las obras del tren, etc. Sabiendo esto, decidimos que, una vez más, haría falta alguien que nos explicara y nos pusiera en situación tanto la propia cultura como lo que veríamos en la ciudad. Volvimos a hacerlo con Late Bolivia y a su guía Capuri, que nos mostró a los Tiahuanaco de una forma cercana.

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La Puerta del Sol

La Puerta del Sol es la construcción más conocida de la ciudad. Cubierta de láminas de oro en su origen, con hojas de piedra y bisagras de hierro que han desaparecido, debía ser impresionante. Es aquí donde encontramos al Dios Sol, el Señor de los Báculos, Viracocha –la deidad Inca– o el Señor de las Lágrimas, su dios, rodeado de figuras zoomorfas –pumas y cóndores que representan el mundo terrenal y el cielo–. La calidad de la obra es tal que se pueden apreciar cuatro niveles distintos de relieves.

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Templete semisubterráneo

Lo que en un principio se pensaba que era un hospital, ahora se cree que es más una representación de todas las tribus que conocieron durante sus siglos de existencia. Las «cabezas trofeo» serían una especie de museo para los habitantes de Tiahuanaco con los rostros de otras etnias que fueron descubiertas –hay cabezas que provienen de razas selváticas, alguna con barba, calaveras… incluso una que parece ser un alienígena, siempre queda bien incluir a un extraterrestre en una cultura antigua–.

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Más construcciones de Tiahuanaco

Monolitos, templos, palacios… La cantidad de construcciones y restos que visitar en Tiahaunaco es muy grande –lo que, como en todas las antiguas capitales de culturas antiguas, nos hizo pensar en cómo de espectacular habría sido en su apogeo–. La situación actual no es demasiado prometedora: desde hace tres años no hay arqueólogos trabajando en el lugar.

Tiahuanaco Monolito Ponce

El Valle de la Luna

De vuelta a La Paz, y a El Alto –un lugar que merecería una entrada para él sólo: un barrio marginal de La Paz que ha crecido tanto que se ha convertido en una ciudad por sí misma que absorbe otros pueblos cercanos y en la que la comunidad aplica su justicia y el primero que llega se queda con la tierra–, pasamos por el que sería el segundo Valle de la Luna en nuestro viaje por Sudamérica.

La Paz Valle de la Luna Panorama

No hay mucho que contar de este lugar increíble, formado por la erosión del agua en el barro durante miles de años, es mucho mejor ver algunas de las fotografías que demuestran que el nombre es más que adecuado: parece sacado de otro mundo, de otro planeta –satélite, en este caso–. Formaciones con nombres tan evocadores como el Sombrero de la Dama, la Colina de la Tortuga, el Salto de la Viscacha, el Cañón Silencioso… espectacular.

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