5% de descuento en tu seguro IATI por ser lector de SaltaConmigo.com

10 experiencias que nos marcaron en Japón

Si Spain is different, ¿Japón qué es? Otro mundo, está claro. Una sociedad con una mentalidad y unas costumbres totalmente diferentes de las “occidentales”, que nunca se llegarán a conocer en profundidad en un “simple” viaje con límites de tiempo como los nuestros. Eso sí, el viajero se chocará con muchas de ellas en cada instante de su contacto con esta extraordinaria cultura. Tendrá que aprender, por ejemplo, que para los japoneses es de mala educación decir “no” o “no lo sé”, con lo cual, al preguntar por algún sitio, tendrá que comparar las respuestas de varios transeúntes… O que la improvisación no es el fuerte de la cultura nipona, así que los cambios de planes de último minuto les ponen muy nerviosos. Nosotros lo comprobamos con un guía en Kioto, un señor al que casi le da un ataque por cambiarle la ruta que había establecido…

Aunque esta aproximación no deja de ser parcial, hay algunas experiencias que ayudan a acercarse a su cultura y que nadie se debería perder en un viaje al país del Sol Naciente.

Algunas de ellas son conocidas por la mayoría, como disfrutar de la cocina japonesa, maravillarse al ver el Tsukiji –el mercado de pescado más grande del mundo– en plena actividad a primera hora de la mañana, asistir a una representación de Kabuki, el teatro tradicional japonés, o a la ceremonia del té o ver como los japoneses se sorprenden al avistar el perfil de Fuji en la lejanía.

Japon-Fuji

Sin duda estas experiencias son imprescindibles, pero nuestra selección incluye otras diez que, si cabe, nos sorprendieron y disfrutamos aún más:

  • Bañarse en un onsen, los baños de aguas termales japoneses. Meterse en agua a 40º en la fría noche invernal con un cielo estrellado sobre la cabeza. Hasta a los monos les gusta y tienen el suyo exclusivo.
  • Dormir en un templo budista. Ser los únicos occidentales que pasan la noche en el templo y despertarse a las 6 de la mañana para participar con los demás huéspedes a los rezos con los monjes.
  • Asistir a una fiesta o desfile tradicional. Ver como los japoneses disfrutan al revivir, por ejemplo, un desfile de la época Edo o un fiesta como Shichi-Go-San, y se sorprenden al encontrarse con turistas extranjeros con los que se divierten a hacerse fotos.

Japon-Hakone Desfile Edo

  • Entrar en una tienda de manga. Otro tipo de templo, ¡éste más friki, claro! Estar rodeado de miles de volúmenes manga que no entiendes pero que te fascinan y hasta comprar uno
  • Jugar al pachinko. La diversión nacional, prácticamente incomprensible para cualquier turista, con sus luces cegadores y su música estridente. No ganarás y se te quedará cara de tonto pero podrás decir que has participado
  • Dormir en un futón en los ryokan. Entrar en tu habitación, ver que no hay cama y descubrir que está enrollada en el armario. Preguntarte por la mañana al levantarte cómo podrán hacerlo –levantarse del suelo– los ancianos japoneses.

Japon-FutonRiokan

  • Sentarse en los butacones de los internet café. Estar conectado lo es todo en las grandes ciudades japonesas y los internet cafés saben aprovecharlo: habitaciones privadas con todas las consolas, butacones y sillones de cuero, servicio de comidas que te la dejan delante del teclado mientras sigues jugando…
  • Atravesar el cruce de Shibuya. Ser rodeado por una marea de gente que llega desde tres puntos distintos para cruzar una calle, en perfecto orden y sin que nadie choque o estorbe el paso de nadie.

Japon-CruceShibuya

  • Descubrir el cosplay en el parque Yoyogi. Encontrarse con los personajes de los manga en carne y hueso. Disfraces perfectos y desfile de poses y de cámaras, de japoneses y de occidentales a partes iguales.

Yoyogi-Cosplay

  • Montar en el shinkansen, el tren bala japonés. Esperarlo en el andén con los números de vagones y asientos pintados en el suelo, cruzar el país en pocas horas y, al parar durante unos minutos en una estación, ver como le entregan una bandeja de comida a un pasajero en la puerta de su vagón. ¡La puntualidad aquí es una religión!

Japon-Shinkansen

Como decía al principio, una visita no da para todo y fueron muchas cosas las que nos quedaron por hacer: entrar en un karaoke, asistir a un encuentro de sumo –conseguir una entrada era más difícil de lo que pensábamos–, dormir en hotel cápsula –lo intentamos pero sin éxito–, cubrirse de arena caliente volcánica… ¡y seguro que muchas otras experiencias de las que ni siquiera hemos oído hablar!

Habrá que volver.

¿Te quieres de ir de viaje a Japón por libre? Aquí puedes hacerlo:

  • Busca tu vuelo más barato a Japón aquí.
  • Escoge el hotel que más te guste al mejor precio en Tokyo, Kyoto, Hakone y muchas otras.
  • Alquila el coche en Japón al mejor precio comparando entre varias compañías aquí.
  • Hazte con las mejores guías de Japón aquí.
  • Contrata tu tour guiado en Japón aquí.
  • Contrata tu seguro de viaje con un 5% de descuento aquí.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

18  Comentarios

  • alberto
    4 julio, 2015 a las 13:22

    hola jaac y sara enorabuena sabeis si se puede entrar a japon dos veces es para ir a taiwan? muchas gracias saludos

    Responder
    • 5 julio, 2015 a las 19:13

      Hola Alberto, ¡muchas gracias y bienvenido al blog! Lo sentimos pero no lo sabemos, lo mejor es que te informes con el consulado de Japón llamándoles 🙂 ¡Un saludo!

      Responder
  • Diabarama
    6 febrero, 2015 a las 21:19

    Ah no? Bueno, me lo dijeron en varios sitios en realidad. Estuve un año allí, y por ejemplo en la piscina municipal no nos decían nada a los españoles del pueblo porque nos conocían. Incluso nos decían «hora» cuando nos veían. Majetoneeesss!!! Pero en sitios públicos sí que había problema, por lo que comentas de que se relaciona con la mafia. JAAC tuvo suerte 🙂

    Saludos!

    Responder
    • 6 febrero, 2015 a las 22:47

      Ah, pues JAAC tuvo suerte en muchos sitios, nosotros ni nos enteramos de esto, jeje ¡Un abrazo!

      Responder
  • Diabarama
    6 febrero, 2015 a las 15:12

    Bañarse en un onsen… si no estás tatuado! La empresa en la que trabajaba tenía un hotel que disponía de onsen, pero no me dejaban entrar por los tattoos. Por cierto, que la empresa también tenía una ferroviaria. Y un parque temático. Ellos son así 🙂

    Responder
    • 6 febrero, 2015 a las 18:32

      Bueno, JAAC no tuvo problemas con eso, dependerá del sitio, por lo visto es una tradición, o eso nos han comentado (ahí los que solían ir tatuados eran los de la yakuza). Si vuelves a Japón, inténtalo en otro sitio 😉 ¡Muchas gracias por tu comentario!

      Responder
  • 5 enero, 2013 a las 12:10

    Hay tantas cosas sorprendentes en Japón y tantas experiencias por vivir…yo me dejé algunas por cumplir, pero están en mi lista para cuando regresemos ^_^
    Por ahora, el bañito en el Rotenburo de Kurama es de lo mejorcito que hicimos…

    P.d: un gran blog!

    Responder
    • Sara
      5 enero, 2013 a las 20:15

      Nos lo apuntamos para la próxima 😉 ¡Muchas gracias!

      Responder
  • 11 noviembre, 2012 a las 13:03

    Es verdad. Japón es otro planeta. Una cultura única, me encantaría conocerla, por ahora viajo con ustedes. Abrazo!

    Responder
    • Sara
      11 noviembre, 2012 a las 23:47

      Sí, la verdad es que es sorprendente, ¡esperamos volver pronto y descubrir más!
      ¡Gracias por pasarte!

      Responder
  • 26 septiembre, 2012 a las 19:21

    Sin duda los wc nipones se llevan la palma, tanto por su limpieza como por sus innumerables botones, jaja

    Responder
    • 27 septiembre, 2012 a las 16:43

      Pues sí, pero incluso con lo complicados que parecen con tantos botones son muy sencillos de usar con los dibujitos 🙂
      Quién no querría tener uno de esos en casa, ¿eh?

      Responder
  • Alegria
    26 septiembre, 2012 a las 14:18

    Muy buena selección, sí señor! De esas 10 cosas sólo puedo tachar 6 de la lista, pero sin duda en mi próximo viaje a Japón intentaré añadir alguna experiencia más jejeje.

    Sin duda la mejor de todas es bañarse en un onsen. Además, cuando estuvimos nosotros comenzó a nevar, y esa sensación es indescriptible y maravillosa 🙂

    Responder
    • 27 septiembre, 2012 a las 16:42

      Hola Alegría,
      Fijo que si sacaseis vuestras 10 nos pasaría lo mismo, que nos faltarían muchas. Es lo que tiene Japón, tanto que descubrir y disfrutar que es imposible hacerlo todo en un único viaje (más aún si es de 20 días como fue el nuestro).
      Lo de la nieve en el onsen ya tiene que ser para nota, nosotros estuvimos en noviembre y hacía frío, pero hasta el último día en Takayama no hizo tanto como para que nevara.
      Si es que merece la pena en todas las estaciones, los cerezos, el koyo… hay que volver.

      Responder
  • 26 septiembre, 2012 a las 13:35

    Konnichiwa!! Qué buena selección de experiencias niponas! Otro mundo, sin duda, fantástico y complejo. Nosotros añadiríamos lo de sentarse en una taza de baño musical y asistir a una lucha de sumo (si que es difícil conseguir algo de manera improvisada, más para ir a ver a estos «dioses» del deporte!) 🙂 Sayonara!!!

    Responder
    • 27 septiembre, 2012 a las 16:39

      Konnichiwa! 😉
      Según leímos tu comentario nos dimos cuenta de que se nos había pasado esa experiencia y que, por supuesto, es uno de los mayores acercamientos a la cultura nipona, jajaja Estuvimos en invierno y lo de la taza con su música ambiente, su calefacción, su agua caliente… vamos, otro mundo. ¡Si hasta nos quedamos con la marca de los sanitarios por si lo vendían en España! jajaja ¡TOTO!
      Lo de la lucha de sumo se intentó, pero lo de no tener decidido el hotel en el que íbamos a alojarnos en la ciudad (que de hecho no teníamos pensado ni dormir, era verlo y marcharse) hizo imposible comprar las entradas por teléfono o internet. Te las tenían que llevar a tu hotel, no se podían recoger en taquilla… y menudos precios 😮

      Responder
  • 26 septiembre, 2012 a las 09:57

    Pues nada, que ahora quiero ir a Japón y hacer todas esas cosas, jajaja.

    Responder
    • 27 septiembre, 2012 a las 16:35

      Anda que… te advierto que no nos vamos a sentir culpables, ¿eh? 😉
      Estamos seguros de que ya había ganas de ir antes… eso sí, alguna de estas cosas puede que no estuvieran en los planes pero merecen la pena, ¡seguro!

      Responder