El sábado nos acercamos a un pequeño pueblo de Le Marche. Morro d’Alba con una población de unos 1.800 habitantes y menos de 20 km2 se encuentra a 10 km del mar, entre Jesi y Senigallia. Como casi todos los pueblos de la zona cuenta con una muy bien conservada muralla sobre la que se han ido construyendo casas. No sólo encima sino también dentro de la propia muralla.
Ésta puede recorrerse por completo. No es el típico recorrido de ronda, puesto que prácticamente todo el camino está cubierto por las casas que se alzan sobre él. Todavía conserva las vigas de madera y unas magníficas vistas de la campania marchigiaina.
Otro de los buenos detalles del pueblo es la presencia del Ristorante dal Mago. Un restaurante de comida tradicional de la zona elaborada con la caza conseguida por los cazadores. Allí disfrutamos de pastas y carnes estupendas. En la entrada tenían la declaración de intenciones del restaurante:
Que viene a ser:
Está taxativamente prohibido el acceso a
- A los que vienen a por una ensaladita y un vaso de agua, si está malo quédate en casa
- A todos los que están paranoicos y no saben lo que quieren, id al piscólogo
- A aquellos a los que no les va bien nada, id al «Mècche Donald» que es todo salud
De esta zona es originario el vino de lacrima, el vino es conocido como lacrima di Morro d’alba.